
Los efectos de la COVID-19 también se han dejado notar en la piel. El confinamiento, la alteración de nuestras rutinas, el uso excesivo de los dispositivos electrónicos, el uso de la mascarilla han afectado al estado normal de nuestra piel.
La luz azul
Es la luz generada por los dispositivos electrónicos, móviles, ordenadores, tabletas, que en los últimos meses y dadas las restricciones salida al exterior, su uso excesivo nos ha expuesto a esa luz que, además de generar fatiga ocular, tiene consecuencias en la piel:
- Generan deficiencia de “acuaporinas” moléculas que sirven para fijar el agua a nuestra piel y cuyo déficit tiene como consecuencia que se genere sequedad en la piel.
- Degradación de colágeno, que junto con la elastina forman la principal estructura de la piel.
- Genera hiperpigmentación , al igual que la radiación uva estimulan la producción de melanina y contribuye a la aparición de manchas.
Durante estos meses hemos cambiado hábitos de vida, quizá rutinas de higiene de la piel relajadas, rutinas de cosmética perdidas, cambios en alimentación.
El estrés y la ansiedad aumentan la producción de cortisol y adrenalina, que han generado aumento de brotes de enfermedades crónicas de la piel como la psoriaris y las dermatitis.
También el uso de la mascarilla está relacionado con la aparición de acné.
Para proteger a nuestros ojos de esta luz azul tan dañina proponemos el uso de gafas con lentes con tratamiento CSR para el uso de dispositivos electrónicos, que filtra un porcentaje de esta luz protegiéndonos de su incidencia y del deterioro que supone para nuestra vista. En nuestra Óptica podrás graduarte con equipos de última generación para adaptar estas lentes a cada caso.
Limpieza facial, un cuidado esencial
Ante estas situaciones aconsejamos prestar especial atención a la higiene de la piel, cuestión esencial para la efectividad de cualquier tratamiento posterior, tanto cosmético como farmacológico.
Tenemos que practicar una higiene correcta, pero respetuosa con la piel, debemos procurar mantener el manto lipídico con productos poco agresivos como los llamados “syndets” o jabones sin jabón, oleogeles.
En cuanto a la limpieza facial recomendamos completar la higiene con un agua micelar, ya que hacemos una doble higiene, hidrofílica y lipofílica, limpiando así la piel tanto de sustancias solubles en agua como de las que no lo son.
No podemos olvidar el uso de fotoprotectores solares, aunque estemos en otoño y el impacto de la luz solar no sea tan significativo. El mayor tiempo de uso de dispositivos móviles supone una mayor exposición a la luz azul, que como ya hemos comentado , supone riesgo de hiperpigmentación en pieles con tendencia a la formación de manchas.
En la sección de cosmética de Nosfarma puedes encontrar todos los productos necesarios para aplicar todos estos consejos y mantener un cuidado correcto de nuestra piel en esta época en la que nos ha tocado convivir con el coronavirus.
Raquel Bartolomé – Farmacéutica especialista en cosmética