
La gripe es una enfermedad estacional muy contagiosa que puede evolucionar desde una infección leve hasta una enfermedad grave y en ocasiones mortal. A veces es difícil de diferenciar de otras enfermedades infecciosas de vías respiratorias como es la COVID-19.
Se transmite de persona a persona en gotitas o partículas expulsadas al hablar, toser o estornudar. Las medidas de contención frente a la COVID-19 como son el uso de mascarillas, lavado de manos y la distancia social van a ayudar a prevenir la propagación del virus de la gripe. Aun así, en la actualidad la vacunación es el mejor medio del que disponemos en la prevención de esta enfermedad.
La coexistencia del Coronavirus y del virus de la gripe durante la próxima temporada 2020-21 plantea nuevos objetivos. La finalidad de los mismos es proteger a los más vulnerables y prevenir la saturación del sistema asistencial.
Se recomienda la vacunación a los siguientes grupos de riesgo.
– Personas mayores de 65 años haciendo especial énfasis en aquellas que conviven en instituciones cerradas.
– Personas menores de 65 años que presenten alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe.
– Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones incluyendo el personal sanitario y sociosanitario.
– Personas conviventes con aquellas que tienen alto riesgo de presentar complicaciones.
– Personas que trabajan en servicios públicos esenciales.
– Embarazadas.
Sonia García – Farmacéutica titular